La Locura del mundo

Portafolio de tramas

Anorexia Espiritual

La miseria del mundo viene de la miseria espiritual. En este cuento, tres (3) niñas sufren la pobreza de espíritu de su opulenta familia, y su salvador fue un hombre humilde y pobre, pero con riqueza de espíritu.

El Loco y el Filósofo

La frontera entre la razón y la locura es tan difusa que no se sabe nunca la diferencia entre un hombre cuerdo y un filósofo; entre un filósofo y un loco; entre un psiquiatra y un desquiciado. Tal vez sea la locura una cura a las enfermedades morales que los seres humanos nos escondemos a nosotros mismos. Tal vez sean los desquiciados los que están en vía de curación, mientras que, quienes nos consideramos cuerdos, enmascaramos nuestras dolencias espirituales en la rutina de la locura del mundo. E esta historia, la frontera entre locura y filosofía se hace tan difusa, que hasta un loco termina siendo sabio y el sabio enfermo.

Un Genio Atrapado en un Cuello de Botella

En los caminos extensos de nuestra vida, a pesar de sentirnos seguros de lo que queremos y pensamos, muchas veces estamos tentados a desviarnos por los atajos cómodos y aparentemente más despejados. Especialmente las inteligencias adelantadas, deberían moverse siempre por una misión humanitaria, nunca por la ambición egoísta, pues con gran facilidad contribuyen a la destrucción del mundo. Cuando corremos en la vida y precipitamos sus etapas sin ver el camino con la lente de la ética, terminamos bebiendo de las aguas envenenadas de la locura del mundo. En este cuento, el espíritu de un joven brillante se oscurece con la decisión de tomar un camino que promete ser el más iluminado. El genio quedó atrapado en un cuello de una botella que le asfixiaba la existencia, pero como todo buen genio, al final encontró una salida.

Amarrando Poseídos

En la historia “Amarrando Poseídas”, un joven enamorado de la moda del ateísmo como vanagloria del hombre racional modero y auto suficiente termina aceptando las convicciones de su padre, un hombre sencillo convencido de que la dimensión terrenal no es mas que un posible mundo cuántico. Al final, ambos aprendieron que una convicción es una herramienta para combatir la angustia que produce la incertidumbre. Aprendieron que todos necesitamos creer, saber, estar seguros. De otro modo, el mundo se nos presenta caótico. No creer en absolutamente nada es creer en algo. El ateísmo es una religión, pues se defiende con la pura fe en que no exista Dios. La necia esperanza de que Dios no exista es el demonio que persigue a sus feligreses…Si no existen pruebas que demuestren la existencia de Dios, tampoco las hay para demostrar que no existe.

La Delgada y Diminuta Hoja de la Valentía

La inteligencia emocional ha sido vendida como una herramienta para evitar conflictos, pero hay conflictos que no se pueden posponer, pues son esenciales para la supervivencia del alma, que es nuestra verdadera energía vital. En la realidad, cuando enfrentamos los conflictos, no sólo necesitamos inteligencia lógica para resolverlos e instinto de conservación para sobrevivirlos, sino coraje, que es el motor de arranque que echa a andar nuestra maquinaria de guerra ante cualquier batalla que la vida nos ponga delante. Inteligencia emocional no puede interpretarse como un sistema superior y lógico evadiendo las duras faenas de la vida, pues no sería más que un vulgar sistema automático de defensa disfrazado de conciencia, propio de todo hombre hedonista y cínico. No podemos escapar de nuestra propia conciencia. Allí residen nuestro honor, nuestro auto concepto y auto estima, que son los soportes de nuestra personalidad. En nuestro cuento, un muchacho de cuerpo esquelético muestra su grandeza de alma y pundonor ante unos bellacos de desnutrida inteligencia emocional. Una delgada hoja llamada valentía recuperará su honor pisoteado.

Abrazos Puros

¡Zapatero a su zapato! ¿Qué hace un psiquiatra o un psicólogo recetando lecturas de filosofía como psicoterapias? Es igual que un filósofo pretenda curar a un loco recetándole la lectura de un manual de psicopatologías. Las teorías filosóficas incluyen ideas extravagantes que podrían confundirse con delirios; visiones del futuro que podrían confundirse con alucinaciones; percepciones agudas que la mayoría no pueden percibir y que podría hacerlas ver como un conjunto de ideas desconectadas de la realidad. Estos son exactamente los síntomas de la “esquizofrenia”. Podría decirse que un filósofo es un esquizoide sin remedio, o que de la filosofía nadie se cura una vez contagiado. Sin embargo, a pesar de dicha similitud, una aplicación psicoterapéutica de la filosofía podría tener más contra indicaciones que buenos resultados. Un terapeuta podría intentar despojar el término “esquizofrenia” de su connotación patológica, tratando al esquizofrénico como a un filósofo, pero pocos terapeutas estarían dispuestos a hacerlo, especialmente porque la “filosofrenia” es terriblemente contagiosa. ¡Terminaría como Vicente Castellanos, el terapeuta de esta historia, quien usaba su consultorio para buscar, no pacientes a quien aliviar, sino víctimas para hacer su propia terapia!

Yo no me Llamo Goliat

¿Qué demonios se esconden en nosotros? Algunos habitan en nuestra psiquis desde que somos concebidos. Otros son creaciones de nuestra historia personal. Pueden ser pacíficos y calculadores o violentos e indomables. Pero ambos pueden llevarnos a la condenación o a la salvación. El demonio pacífico, sabio y racional que yacía en el interior de Sócrates, lo llevó a la muerte. ¡El demonio violento de Julián Alejandro, apodado “Goliat”, lo salvó de las garras implacables de su hermana!

Vocación de Loco

Celestino veía dentro de sí y dentro de los demás, a ángeles y no a demonios. Muchos de los demonios que la gente cree ver en nosotros son nuestro talento. Pero muchas veces terminamos avergonzándonos de nosotros mismos, sólo porque estamos tentados a creer más en lo que los demás ven en nosotros que en lo que nosotros sabemos de nosotros mismos. Más de un genio ha sido excluido por loco y más de un loco ha sido considerado genio. Al fin y al cabo, parece no existir una línea limítrofe clara, excepto aquélla que mal dibuja el prejuicio de las sociedades despiadadas y de los pobres de espíritu, quienes señalan con un dedo y aíslan a quién no está jugando el juego de la aparente cordura de un mundo desquiciado.

Las Tres Deudas

Racismo: que palabra tan insolente ante los ojos de Dios. Es el sentimiento de todo cobarde, individuo o colectivo, que tiene horror de ser aniquilado. Mezcla racial es la prueba de que Dios hizo a los hombres genéticamente idénticos para que pudieran convivir sin temor. La raza es solo un modo en que Dios garantiza la igualdad como principio. Es a su vez, el modo en que se puede calibrar la bondad y el corazón de toda persona. Mira como reaccionas ante personas distintas a ti, y te dirás quién eres. En nuestro cuento, “Las Tres Deudas”, el racismo paga su saldo haciendo justicia ante los ojos de Dios. “La Bachaquera” será la prueba de que no hay distancia entre una raza y la otra.

Terapia con el Dolor Ajeno

Los sentimientos humanos parecen ser las certezas más seguras que tenemos, pues ellos no son ciertos ni falsos. Simplemente existen dentro de nosotros. Pero cuando verdaderamente necesitamos confiar en ellos como algo absolutamente sólido, aparecen fantasmas de la nada. Algunos de carne y hueso y otros abstractos, siempre suelen sacarnos de quicio. Es cuando aparece la duda en nuestro corazón y nuestra mente y terminamos repudiando nuestros más profundos amores. Así, el hijo puede odiar al padre al aparecer el fantasma de la rebeldía. El padre al hijo, al aparecer el fantasma del moralismo. El amigo al amigo, al aparecer el fantasma de la indiferencia. El hombre a la mujer, o viceversa, al aparecer el fantasma de la duda, la traición… En nuestra historia, el alma una difunta pura y decente es tratada como un objeto sin valor por un desconocido, y despreciada por el amor de su vida que parecía ser incondicional. Dios se apiade del alma del loco, y sobre todo del alma del viudo.

Virgen y Héroe

El honor y la valentía no tienen género sexual. Son valores profundamente humanos. La cobardía y la bellaquería tampoco. Son debilidades también profundamente humanas. Tany no entendía que la incapacidad moral de su padre no proviene de su género sexual. Por su parte, Roberto no entendía la esencia de los valores humanos de la valentía, de la misericordia, del respeto... Tal vez después de este apocalipsis, Roberto comprendió el sentido de estos valores. Nuestras experiencias de vida suelen ser una poda y un continuo enderezar nuestras raíces, troncos y ramas, siempre que sepamos buscar la luz de la verdad en aquello que nos sucede a diario. Un árbol torcido tal vez no pueda enderezarse, pero la psiquis humana es mucho más maleable que un árbol.

Jugando con la Pelona

Nunca juegues con la muerte… es cosa seria que ha de venir inevitablemente y cuando nadie la espera… es inútil tratar de simularla para perderle el miedo, pues cada uno tendrá la propia, incompartible, irrepetible y exclusiva. Rafael Augusto pretendió jugar al muerto y el resultado lo desquició. La vergüenza insoportable de sus bellaquerías lo dejó actuando en el teatro absurdo de la locura del mundo.

Amor Divino

El pecado no es un abstracto. Es todo hecho concreto que hiere la existencia propia o del prójimo. El infierno y el cielo son la extensión mental de este mundo, por lo que no hay que esperar traspasar umbral de la muerte para entender que las culpas pueden expiarse en vida, o que el amor divino puede ser más carnal de lo que los místicos creen. En este cuento, un amor divino y celestial entre espíritus moralmente opuestos se convierte en el cielo para unos y en el infierno para otros.

Filosofando

Cuando salieron del peligro y del estupor, no faltó la pregunta: “¿Usted qué cree Teacher, de todo esto?”. El Teacher hizo un silencio, se sumió en un profundo proceso reflexivo, y simplemente respondió: “Saquemos conclusiones de los hechos. Yo creo que estas personas con aspecto de ricos eran unos muertos de hambre inmorales que terminaron muriendo a tiros desnudos en una piscina de sangre y no pagaron. Son más decentes la gente humilde del barrio. Aquellos pagaron y no hubo tragedia. Jefe, lo único que me siente es el hueco que le hizo el suicida a su sombrero”. Aunque esto no está escrito en ningún libro de filosofía, lo dice el pueblo que siempre tiene razón: “todos tenemos sangre para los piojos”.

El Mesías

Un estudiante de psicología se atrevió a mirar a un loco para hacer un trabajo de investigación universitaria. El resultado fue casi mortal. Nunca mires a un loco a sus ojos, pero tampoco, jamás, lo pierdas de vista. Ellos sólo quieren, como el rey del cuento, andar desnudos sin que lo noten. Ve con cuidado, porque un loco no siempre es un loco; es sólo nuestra antítesis: no es más que una persona a quien no comprendemos, y que tal vez no nos entienda o desprecie nuestra forma de vivir; alguien con quien perdimos la conexión ética, intelectual y espiritual, porque tampoco sabemos si un loco es un malvado que se ampara y justifica en la locura para dar rienda suelta a su inmoralidad, su sed de venganza, su resentimiento o su poder destructivo. En definitiva, al loco se le respeta.

En Coma

Dicen que el sentido común es el menos común de los sentidos. Se trata sólo de la comprensión y aceptación de los procesos sencillos de la naturaleza humana. Tiene sentido que la ansiedad de un niño se calme con un chupón o con los dedos en la boca, pues eso vemos en los adultos cuando fuman, beben, comen o hablan en exceso. La boca es emocionalmente vital para el hombre. De ella dependen lo más humano como la palabra y lo más esencial como la comida… en ella conviven gérmenes y jugosos y apasionados besos. De ella salen palabras que te salvan o te condenan. Pero, tal vez el gusto sea “el más común de los sentidos”, porque es “el sentido más común” del cotidiano vivir de toda criatura, y el hombre, aún con su espiritualidad, no escapa a ello. Rafael siempre tuvo la razón. Un chupete hubiera evitado refugiarse en un coma.

El Profeta

Una profecía no es una premonición, sino una sugestión para que las personas precipiten el futuro actuando desde el presente. Un profeta es alguien valiente que generalmente es considerado loco, sólo porque ve lo que otros, en su conformismo de la realidad, no pueden o no quieren ver. Un profeta es una máquina del tiempo cuya combustible es el pasado y cuya meta es el futuro. Movido por una profunda vocación de justicia, “El Profeta” trabaja para que ocurra lo que por justicia divina debe ocurrir. Nuestro “profeta”, en nuestra historia, sabía de antemano lo que ocurriría en el futuro porque conocía bien el pasado y proyectaba con sabiduría lo que debía hacerse, pero con acciones y palabras sabias logro que factores humanos precipitaran y concretaran su profecía. No confundamos a un manipulador con un profeta. El primero lleva a la injusticia… el segundo, a la justicia.

Enemigo Multicolor

Siempre la idolatría se renueva. La dimensión primitiva de nuestro inconsciente siempre necesitará de un dios: puesto en una cruz; tallado en el más humilde madero o esculpido en el más fino mármol; pintado en un cuadro con exquisitos colores o en blanco y negro; sentado en una silla presidencial o vestido de revolucionario; o tal vez electrónico y lleno de movimiento y diversión, como el dios de Santiago y nuestros falsos dioses cibernéticos. Algunos dioses se encargan de tullir las articulaciones de nuestra imaginación y devoran nuestra psiquis como los sangrientos dioses de culturas ancestrales. Pero si el hombre campesino nos parece atrapado por su aislamiento cultural y geográfico, las ciudades por su parte están llenas de niños y hombres autistas atrapados en sus habitaciones u oficinas, repletas de dispositivos electrónicos; seres cuyas almas desconectadas de la realidad gravitan náufragas y solitarias en el ciberespacio. En nuestro cuento “Enemigo Multicolor”, Santiago supo escapar del naufragio de la conciencia y doblegó al dios de su perdición y a sus duendes, colocándolo en una jaula, cuya puerta deja abrir sólo para interpretar, a través de simples e inofensivas historietas, su propio mundo interior.

Cara a Cara con la Muerte

Su padre los enterró vivo para emprender una nueva vida. Los enterró vivos porque mudar a un niño y a una anciana a una casa que colindaba con el fondo del cementerio y abandonarlos fue casi un sepelio. La confusión sobre la vida y la muerte invadió el alma y la mente de Julito al ver que en el fondo de su casa los muertos salían de las sepulturas y entraban a sus anchas. Julito luchó con valentía durante toda su niñez y su adolescencia para entender la diferencia o relación entre la vida y la muerte, hasta que decidió enfrentarlos cara a cara. Sólo como sepulturero, uno de los oficios más viejos de la historia, moralmente admirable y al mismo tiempo socialmente despreciable, Julito llegó a comprender el misterio. Pero lo más importante es que conociendo el amor, la familia y los hijos, Julito comprendió que la muerte es sólo la última pieza de un rompecabezas perfecto llamado vida.

Loco de Amor por la Música

Dios le da pan al que no tiene dientes y a veces dientes al que no quiere pan. Más nos vale disfrutar de las cosas que la vida te da hoy, incluyendo nuestros dones y talentos, pues la existencia humana es un impulso cósmico muy corto para desperdiciarlo ambicionando lo que no tenemos. Saborea la buena comida, escucha la buena música, disfruta de los paisajes naturales o de una obra pictórica, siente a través de tus cinco sentidos el amor de alguien... No te pierdas de estos maravillosos regalos del Creador que casi siempre dejamos sepultados entre los escombros de un día desperdiciado intentando controlar el futuro. Vivir y sentir un día a la vez es la mejor y más relista decisión.

Lección de Historia Nacional

La cultura es una puerta de entrada y salida a las misteriosas profundidades del alma humana. En ella se regodea el espíritu complicado y el simple; el espíritu serio y el alegre; el espíritu teórico y el práctico. Un animal imaginario llamado “verdad” está presente en nuestra mente y se alimenta de ella sin jamás aflojar sus fauces. Sentimos que podemos descifrar las grandes contradicciones del mundo, al creer estar extrayendo de esta bestia soluciones y respuestas definitivas. Imaginaria, pero ponzoñosa, a esta presencia hay que tratarle desde lejos y con cautela, ya que su ponzoña aumenta con la lectura fanática. La bestia, ambiguamente cristalina, muestra una realidad desde un flanco y otra completamente distinta desde el otro. La historia es el mejor ejemplo. El profesor de Historia había visto el flanco pasivo de la historia, el lado cómodo… el lado académico. Su crisis emocional de desata cuando sus teorías no concordaron con los hechos… “todas sus predicciones se fueron a la mierda…”. Finalmente, el profesor tuvo la oportunidad de ver el lado opuesto del cristal: la acción protagónica. Sus estudiantes le dieron la mejor lección de historia con un Capítulo Único: ¡Sólo actuando se aprende y se respeta la historia, porque se hace con la propia acción y arriesgando la vida!

La Locura del Mundo o el Cuento de los Cuentos

Nadie supo más del cuadro, ni yo quise enfrentarme de nuevo a aquellos personajes que se desvanecían irremediablemente con el tiempo y la humedad. Terminé un ciclo de mi vida. Enfrenté aquellos fantasmas de mi niñez. Seguramente “La Locura del Mundo” fue molida por la despiadada maquinaria de la remodelación del barrio El Saladillo y su popular Calle Carabobo. Engullida por el tiempo, quedaría para siempre como simple impresión pictórica en mi memoria. Hoy decidí tomar el título del cuadro de mi padre en esta serie de cuentos, pues de alguna manera soy su heredero emocional y uno de sus herederos legales. Esta vez, personajes reales e hipotéticos, protagonizan estas historias que hoy presento. Cual alegorías de esos personajes ficticios, hago con mis historias un tributo a Arturo Valbuena, mi padre, mi amigo y el mejor maestro que tuve jamás. En mis historias, evoco aquella obra maestra, haciendo, como seguramente mi padre, mi propia terapia proyectiva.